La llegada de marzo nos tiene con sentimientos encontrados. Y la vuelta a clases, ya sea presencial o virtual, se hace inminente como cada año... ¡Pero en AMA estamos para acompañarl@s! Queremos tener todo preparado para que nuestros niños se embarquen en un nuevo período de aprendizaje y aventuras, sin embargo…¿en qué nos fijamos a la hora de elegir los alimentos que acompañan a diario su etapa escolar? ¿Importa si tiene o no, pocos o muchos sellos? ¿Cuál es el impacto en su salud a corto y largo plazo? ¡Sigue leyendo para encontrar estas respuestas con la ayuda de Macarena Gullón, nutricionista de la U. De Chile que nos entrega los consejos para una colación adecuada y no aburrida!🍎🙌🏼
Actualmente como académica de la Universidad de los Andes, Macarena dicta asignaturas de cocina saludable, planificación de minutas y técnicas dietéticas. La colación, nos cuenta, tiene la función de proporcionar energía en un intervalo superior a cuatro horas donde no se ha consumido alimento. “Uno podría comerse un chocolate que también brinda energía pero obviamente tiene un exceso de azúcar. La fruta es una buena alternativa por el aporte de vitaminas del grupo B y C”, afirma.
En el caso de esta última fruta, su rol es tremendamente importante en las colaciones de pequeños y grandes, puesto que son ricas en sustancias fitoquímicas (compuestos producidos por las plantas que protegen nuestras células) y antioxidantes que ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Otro dato importante es que los alimentos como la manzana, kiwi, plátano, ciruela y berries, que además de aportar nutrientes, antioxidantes y fibra gracias a sus propiedades, también ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, lo que es relevante al comenzar el otoño e invierno, al llegar la temporada de resfríos, donde más debemos cuidarnos y cuidar a los nuestros.
“También es recomendable consumir frutos secos como nueces, maní, almendras, que tienen ácidos grasos de muy buena calidad y que proporcionan energía a partir de lípidos que son saludables, versus los lípidos que podría tener un pastel, pero que ya es grasa saturada”, comenta la nutricionista. Asimismo, se puede consumir un cereal que no tenga tanto contenido de azúcar como una barrita, por ejemplo, que tiene abundante hidrato de carbono de buena calidad, por lo tanto proporciona energía, y si son saludables, lo más probable es que tenga muy poco de grasas saturadas.
En términos de una colación balanceada, fijarnos en la cantidad de sellos nos indica a primera vista si presenta niveles superiores a los límites establecidos por el Ministerio de Salud, como por ejemplo en relación al sodio, los azúcares, grasas saturadas o calorías. Lo recomendable es preferir alimentos que no tengan sellos de advertencia, de buena calidad nutricional y mejor aún si son naturales y orgánicos.
“Pero además de los sellos, hay que fijarse en la cantidad de alimento que uno va a ingerir. Ahora si yo me fijo de que tenga menos sellos, lo ideal es que no tenga el sello alto en sodio, ahí estoy previniendo el exceso en sodio que puede llevar a una persona que es hipertensa a tener un mal manejo de esa enfermedad”, dice nuestra experta.
“Elegir una colación que no cumple con parámetros nutricionales, de forma ocasional, no va a tener mayor impacto, porque también es malo restringir a los niños con una alimentación exclusivamente saludable. Pero si la elección de la colación no saludable es en repetición, con el tiempo se puede generar una resistencia a la insulina, que es la etapa previa a la diabetes tipo 2”, afirma Macarena. De igual forma, señala que puede influir en las grasas saturadas y en la creación de una placa de ateroma que es acumulativa y no reversible, entonces el niño en la adultez podría tener una mayor facilidad para crear un evento cardiovascular y también tiene incidencia en la hipertensión, si es que hay un consumo excesivo de sal, pero que también puede estar asociado a un factor genético.
Respecto al estado de ánimo y rendimiento, elegir una colación rica en nutrientes de frutas y cereales ayudan a calmar la ansiedad que muchas veces se siente durante las jornadas de estudio o de trabajo y que no es precisamente de un antojo saludable.
Pero Macarena revela que lo que más afecta al rendimiento escolar en cuanto a la alimentación, es no tomar desayuno. “Hay muchos estudios en niños, adolescentes y universitarios también, que demuestran que quienes no toman desayuno tienen un rendimiento académico inferior. Entonces para comenzar una actividad intelectualmente activa como sería estar en clases, es muy importante empezarla con una cantidad energía suficiente de glucosa que llegue al cerebro y que facilite la retención de la materia que está siendo pasada en ese minuto. Otro efecto de tipo conductual se puede ver en los niños que reciben por ejemplo cafeína en bebidas, lo que produce una hiperactividad excesiva y dificultades para dormir”, cuenta.
Esperamos que la ayuda de nuestra experta te haya dado un panorama sobre el impacto que tiene consumir una buena colación, nutritiva y orgánica, para chicos y grandes. Elegir alimentos orgánicos, preparados con amor y en armonía con el medio ambiente nos beneficia a tod@s. ¡AMA tu salud!💚
